domingo, 30 de diciembre de 2012

Hasta luego, hasta nunca


Me sabía esclava de sus caricias. Y con cada beso que ella me iba dando me sentía más viva, o quizás más muerta, ya no logro recordarlo, ha pasado mucho tiempo desde aquel hasta luego que se convirtió en hasta nunca, hasta ahora. Aquel adiós encadenado a nuestros cuerpos desnudos, aquel adiós ingenuo. Aquel último adiós y aquel último beso. Si hubiera sabido que no iba a haber más…si por un momento lo hubiera sospechado... Pero no fue así. El beso fue demasiado corto, y mi dolor cada vez más grande.

miércoles, 19 de diciembre de 2012



Cuando el despertar del dolor se haya desvanecido,

Cuando la carne se funda con la tierra, y el deambular no sea más que en espíritu,

Entonces entenderé que habré muerto,

Y al amanecer del alma no lamentaré  el camino.

Pues ya no seré cautivo de este sinvivir de vida.

lunes, 10 de diciembre de 2012

EL HOMBRE QUE BUSCABA LA LUZ AL FINAL DEL TUNEL


Macarena está absorta en su novela. Siempre coge el metro para volver a casa desde el trabajo. Levanta la vista. Avenida de América. Continúa leyendo.

Entre la gente se alza una voz. Es la voz de un hombre abatido. Un hombre que lo tenía todo. Un hombre al que no le queda nada. 

Macarena no puede concentrarse en su lectura. Aparca el libro. Busca al hombre con la mirada.

 Cuando lo encuentra, un escalofrío recorre su cuerpo. Se pone blanca y pierde el conocimiento.

El hombre que pide desesperado se llama Carlos.

Carlos y Macarena llevan 20 años casados.

lunes, 26 de noviembre de 2012


Los fragmentos de conversación iban apareciendo en escena. Y como si de trozos de cristal se tratara, se le iban clavando lentamente en el corazón, abriendo la herida que tanto le había costado cerrar.
 Notó como la sangre brotaba por el orificio que las palabras habían abierto en su delicado cuerpo, estaba caliente, iba a morir desangrado, se preguntó si era posible morirse de amor…

lunes, 12 de noviembre de 2012

FELICIDADES BELLOTA (POR ESOS 30 TAN BIEN LLEVADOS)



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ÉRASE UNA VEZ LA MEJOR HERMANA DEL MUNDO


Bea miró sonriendo a su mamá, y cogiendo la manita de su recién nacida hermana le dijo. “mami, no te preocupes por nada, yo cuidaré siempre de ella”. Bea no había cumplido aun 5 años y ya tenía claro cual era el papel que le había tocado jugar dentro de la familia. Ella era, y siempre sería la hermana mayor…

Hoy, 25 años después Bea acerca su mano sigilosamente a la de su hermana, y justo cuando está a punto de rozarla, Lucía, la menor de las dos, se da cuenta de sus intenciones y le suelta un manotazo con todas sus fuerzas antes de que Bea pueda reaccionar. “ay” se queja Bea acariciándose la mano dolorida “¡esta vez te has pasado tía!” “lo siento Be” dice Lucía con cara de circunstancias “te juro que ha sido instintivo, no he calculado la fuerza, pero eso te pasa por intentar acariciarme, ¡sabes que no lo soporto!” y dicho esto Bea, Lucía y Alex, el pequeño de los tres hermanos, comienzan a reír.

“Bueno Be, ¿que has pensado hacer  al final para tu cumple?” pregunta Alex mientras saca de la nevera el brick de zumo de manzana. “no sé tío, vaya agobio, la verdad es que no sé si cumplir 30 es motivo de celebración. Igual me quedo en casa viendo una peli de llorar con un helado de Häagen Dazs en plan Bridget Jones…” dice Bea poniendo cara de niña pequeña enfurruñada. “anda anda, deja de decir tonterías, que sabes que vas a acabar saliendo, que nos lo vamos a pasar genial, ¡ya verás!” la anima Lucía.

Bea ha dejado de escuchar, ya no está en la cocina, al menos no en esta. La cocina donde se encuentra ahora es más pequeña, y tiene a la izquierda una puerta que lleva a un pequeño cuartito alargado. Es el cuarto de la plancha. Bea se apoya en el resquicio de la puerta y se sorprende al ver a su madre, Cristina, mucho más joven que ahora. Está planchando mientras escucha Radio 3, ¡su programa favorito!, aun guardaban en casa todas las cintas donde grababa las canciones que oía en ese programa... Bea no puede dejar de mirarla, es guapísima.  De pronto se escuchan unos gritos por el pasillo que sacan a Bea de su ensimismamiento. Cristina deja lo que está haciendo, pasa por su lado sin percatarse de su presencia y llega hasta Alex y Luci que se están pegando otra vez. “¡mami, te juro que ha empezado él!”, “¡mentira, ha sido ella!”, “me da igual quien haya empezado de los dos, estáis castigados, cada uno a una habitación y no salgáis hasta que yo os lo diga” les reprende su madre. Bea  se acerca de forma instintiva a sus hermanos para consolarlos y poner un poco de orden como siempre ha hecho con ellos, pero recuerda que solo está de paso, nadie, además de sí misma, puede verla. Que extraño, piensa. Y guiada por una fuerza que no puede controlar se adentra en el salón a través del angosto pasillo, de frente sentado en el sofá del cuarto de estar ve a su padre, de fondo se oye un partido de futbol, lo está viendo con Santi, Dani, Mario, Mateo, Gonzalo y Germán. Germán, una lágrima resbala por la mejilla de Bea que sin poder evitarlo comienza a correr en su dirección para darle un abrazo. Pero algo le hace detenerse antes de llegar, una barrera invisible le impide llegar a él.

Bea resignada sale del cuarto y continúa su viaje por la que a lo largo de tantos años había sido su casa. Por el camino se encuentra una cucaracha, le resulta familiar, lo curioso es que esta cucaracha no le hace saltar como si el suelo quemara. Al contrario, Bea se agacha y se acerca tanto que puede distinguir sus ojos. “Hola pequeña” le dice a la cucaracha mientras le acaricia el lomo. La cucaracha no se mueve, se deja acariciar. “eres una cucaracha muy bonita y muy buena, ¿sabes?”, “contigo quería yo hablar” responde la cucaracha. Bea da un respingo y se pone de pie de un bote, y balbuceando consigue articular una palabra “hablas”, no es una pregunta, es una afirmación. “eso parece” contesta la cucaracha divertida por la reacción de Bea. “Quizás no me recuerdes” dice la cucaracha cabizbaja, “pero yo me acuerdo bien de ti. Una vez me metí en tu zapato” La cucaracha levanta la vista y se detiene cuando observa a Bea llevarse las manos a la boca. “pero, entonces…” dice Bea. “Sí,” continúa la cucaracha, “yo ya no existo, tu me aplastaste con tu verde y maloliente pie, ¡con lo a gustito que estaba durmiendo!” “pe-pe-perdona” tartamudea Bea “fue sin querer, lo juro”  La cucaracha sonríe y antes de que Bea pueda decir o hacer nada más, desaparece.

Bea no entiende nada de lo que está pasando, gira sobre su cuerpo para cerciorarse de que sigue en su antigua casa. ¿Cuándo va a terminar este extraño sueño? Se pregunta, pues ya empieza a agobiarle la situación. ¿Y si no es un sueño? O peor, ¿Y si se ha muerto? ¿Y si no vuelve nunca más? Todo esto le recuerda bastante a esa película que veía todas las navidades cuando era pequeña Las navidades de Mickey, basada en la novela Cuento de navidad de Dickens. Solo que ella no recordaba haber hecho nada malo, a parte de matar a una cucaracha claro, no entendía cual era la lección que tenía que aprender. Dios mío, dice Bea mirando al cielo, si es un castigo por no querer celebrar los 30 años, he aprendido la lección, ¡no quiero morir!, ¡quiero cumplir 30, 40, incluso 50!, quiero volver a casa, quiero volver a casa quiero volver a casa…

Está tan concentrada pensando en ello que no se da cuenta de que alguien le está tocando la espalda con cuidado. Bea se queda inmóvil al darse cuenta de que es ella misma solo que 18 años más joven.  La niña le sonríe y Bea siente ternura cuando ve sus dientes de conejo. Le devuelve la sonrisa y se cuida de enseñar bien los dientes para que ella no se preocupe, la niña se acerca y le da un abrazo que casi deja a Bea sin respiración. Acto seguido le cubre de besos y le acaricia el pelo. Bea no sabe muy bien que hacer, decide acunarla hasta que la niña se queda dormida entre sus brazos. “La verdad es que he de reconocer que siempre fui excesivamente cariñosa, pero me gusta, no entiendo que problema tiene Luci, ¡si soy un amor!”, piensa Bea para sus adentros.

Bea lleva a la niña a la cama y no puede evitar emocionarse al ver su antigua habitación, todo está como lo dejó. La moqueta azul, la gallina con sus polluelos. Su escritorio y la silla grabada con los nombres de sus hermanos pequeños, su cama y ¡el despertador-gallina!

Cuando deja a la pequeña sobre la cama ésta se despierta y le dice “no te preocupes por no cumplir los objetivos que yo un día me fijé, los sueños pueden cambiar como cambian las circunstancias de la vida, y solo quiero que tengas presente que yo siempre estaré orgullosa de lo que hagas, de lo que hagamos, porque simplemente ser tú me hace feliz, porque eres la mejor persona que podíamos ser, te quiero Bea, y cuando te vayas, acuérdate de mi, cuida de mi, porque si no lo haces tú, nadie lo va a hacer”

Bea abre los ojos y mira a su alrededor, vuelve a estar en su cocina. Pero está tumbada en el suelo, la luz le enfoca directamente en los ojos. Alex y Luci están agachados y la miran con cara de preocupación, no se han dado cuenta de que tiene los ojos abiertos, hablan acelerados y le parece escuchar la palabra ambulancia. Entonces reacciona, levanta una mano y dice: “¡chicos tranquilos, estoy bien, no estoy malita. Era una broma, claro que quiero celebrar mi 30 cumpleaños!

Los dos se lanzan a abrazarla, “¡nos has dado un susto de muerte tía!”, los tres lloran no saben si de la alegría o del susto.

Luci le dice a Bea: “te has ganado una caricia,… ¡pero solo una eh!”

viernes, 28 de septiembre de 2012

LA HISTORIA DE PEPE, EL CORAZÓN ADORMECIDO


Esta es la historia de PEPE, el CORAZON ADORMECIDO. Dejadme que os cuente cómo pasó…

Pepe siempre había sido un corazón normal, como otro cualquiera. Día y noche trabajaba afanosamente en su tarea de bombear la sangre a todos los rincones del cuerpo de Juliette. Era muy concienzudo en su cometido pues sabía que de él dependía que la pequeña siguiese adelante con su vida. Se movía sin descanso y sin embargo no se cansaba nunca, el día que eso pasara sabía que sería el fin.

Pepe era francés, como Juliette. Os preguntaréis entonces por qué tenía nombre español. Pues bien; Juliette nació en Francia, pero pronto su familia emigró al sur de España. Allí el nombre de Pepe era bastante común y Juliette empezó a llamar así a su corazón. Como habréis podido observar, Juliette no era una niña como otra cualquiera, ella le hablaba a su corazón, lo había hecho desde siempre, pues a Juliette le gustaba llamar a las cosas por su nombre.

Como iba diciendo, Pepe siempre había sido un corazón normal, pero de la noche a la mañana todo cambió. Todo cambió sin previo aviso. Una fuerza extraña le invadió y de pronto no podía parar de saltar de alegría. Bombeaba y bombeaba, pero lo hacía sin darse cuenta, sin esfuerzo, siempre al compás de esa canción que no paraba de sonar en el interior de Juliette. Cómo era, ah sí… decía algo así como “all you need is love”.  ¡Nunca se había sentido tan vivo!

Entonces Juliette le confesó a Pepe la razón de su alegría: Javier, así se llamaba él.

Pero un día Javier no quiso volver más junto a Juliette. Ese día se apagó su luz, todo se volvió oscuridad, y Pepe dejó de sentirse vivo, dejó de saltar, pues inconscientemente ya no tenía ganas de latir, no podía, porque Juliette ya no le daba motivos. 

Pepe se había convertido en un corazón adormecido.

Pero Pepe pronto despertó. Porque a diferencia de Juliette, ya había olvidado el nombre de Javier. Se había obligado a hacerlo por ella el día que ese cerdo se fue. No pretendía quedarse de brazos cruzados viendo como Juliette se daba por vencida. Y se propuso recomponer uno a uno los pedazos que quedaban de lo que un día fuera su pequeña amiga.

 

Marta fue a visitar un día a Juliette preocupada porque ésta ya no salía nunca de casa, y con el pretexto de celebrar el cumpleaños de Patricia, una amiga común de ambas, Marta consiguió que Juliette aceptara la propuesta. Pepe estaba alerta.

Juliette estaba sentada en la terraza de un bar de copas con sus dos amigas, que charlaban alegremente sobre la última moda en bolsos. Pero tenía la mirada perdida porque ya nada le interesaba. No quería que ellas lo notaran, por ello cuando veía a sus amigas sonreír, ella sonreía. El cuerpo de Juliette estaba allí, pero no su cabeza.

Dos mesas más allá un chico moreno de ojos claros no hacía más que mirar a Juliette sin que esta se diera cuenta, de pronto sus miradas se cruzaron un instante y Juliette sintió cómo el corazón se le salía del pecho. Ambos apartaron la mirada nerviosos. Juliette no entendía porque había reaccionado así e intentó dejarlo pasar, no tenía ganas de conocer a nadie. Pero a lo largo de toda la noche se descubrió buscando la mirada de aquel misterioso chico, y cada vez que la encontraba su corazón latía con más fuerza.

Esa noche Juliette conoció a Jorge, que también empezaba por J pero nada tenía que ver con Javier. Esa noche Juliette decidió dar una segunda oportunidad al amor.

Pepe sonrío para sí, el solito lo había conseguido. Y así, siguió bombeando sangre al ritmo de aquella famosa canción de los Beatles.

DEMASIADO CORAZON


- Toc toc toc- Alguien llama a la puerta del nº 15 de la calle Serrano en Madrid.

Hace unos años que Marieta siempre va vestida a la última moda. Viste trajes de las mejores marcas, de esas que solo se venden en Londres, París o Nueva York. Hace unos años que Marieta dejó su antigua vida en el barrio de Usera para empezar de cero en una zona que pensó siempre había ido más con ella. Hace unos años que a Marieta le dio por pensar que sus antiguas amistades, las de toda la vida, ya no tenían nada que ver con ella. Como tampoco tenía que ver su marido.

Marieta, antes conocida como “la mari”, no se levanta a abrir la puerta, sabe que alguien lo hará por ella. Solo espera. Y recuerda, recuerda cuando abría puertas, cuando hacía camas, cuando fregaba platos y barría suelos. Lo recuerda de vez en cuando y se sorprende, no reconoce a aquella chica. Rápidamente borra la imagen de su cabeza y sigue con lo suyo.

- Ring. Ring- Alguien llama al teléfono de la casa de Manolo, el nº 34 de la calle Marcelo Usera.

Hace unos años que Manolo ya nunca contesta al teléfono. Se le quitaron las ganas cuando la Mari lo abandonó. Manolo siempre quiso a la Mari tal y como era. La quiso desde la primera vez que la vio. La Mari tenía los ojos verdes. Manolo nunca podría olvidar aquellos ojos grandes que una vez no querían mirar más allá de los suyos. Pero eso fue hace ya mucho tiempo, demasiado…

Hoy Manolo tampoco contesta. Y sabe que nadie lo hará por él, porque Manolo lleva años viviendo sin más compañía que sus pensamientos. Y sin más aliento que sus recuerdos. Manolo cierra los ojos tranquilo mientras el teléfono sigue sonando incesante.

 

En casa de Marieta se ha armado un poco de revuelo con la visita. Era un mensajero. El mensajero dejó a Marieta un paquete. Dentro, uno de sus cuadros. Y en un sobre una nota que decía: “Te devuelvo tu cuadro porque ya no lo quiero”.

Hace unos años que Marieta es pintora de profesión, aunque siempre se había sentido pintora de corazón. Todo empezó por casualidad, y poco a poco sus cuadros empezaron a venderse. Marieta empezó a confiar en su talento y con el dinero conseguido con las primeras ventas empezó a promocionarse aquí y allá. Hasta que conoció a Valentín, marchante de arte.

Valentín tenía su propia galería, y unas ganas locas de enamorar a una joven promesa. A sus 60 años conoció a la Mari y empezó a llamarla Marieta, decía que así vendería más cuadros. Y no se equivocaba. Valentín “abrió” los ojos de la Mari. “el mundo del arte es así Marieta” le decía Valentín, “uno no crece si se queda en Usera” así que Marieta se deshizo literalmente de todo lo que pudiera ligarle a su antigua vida y se mudó con Valentín.

Ahora Marieta mira su cuadro y recuerda la ilusión que sintió cuando Manolo le dijo que una vez más, alguien había comprado una de sus pinturas.

- ¿y quién lo ha comprado?- Preguntaba la Mari una y otra vez. Pero Manolo nunca llegó a darle una respuesta concreta.

-  Un amigo de un amigo, no sé cómo se llama, pero le ha encantado Mari, mañana mismo quiere que se lo llevemos- decía Manolo emocionado al ver la cara de la Mari.

-  ¿y cuanto dinero nos va a pagar?- preguntaba nerviosa la Mari.

-  50.000 pesetas Mari

Con el cuadro delante, no alcanza a comprender que quien fuera que lo comprara haya decidido devolverlo sin más. Sus cuadros hoy valían mil veces más.

Guardó el cuadro en una habitación y cerró con llave para no volver a ver nunca más el signo de su fracaso.

Pero, un día tras otro, a lo largo del mes que siguió a aquel fatídico día en la vida de Marieta, ésta tuvo que girar esa llave para encontrarse cada vez con una habitación más repleta de sus obras. Uno a uno fueron llegando por mensajero todos sus cuadros. Eran sus primeros cuadros, los mismos que le habían dado la fuerza y el dinero para seguir su sueño, para creerse lo que nunca se había atrevido a creer.

El último cuadro que llegó fue el primero que vendió. Entonces Marieta, la misma que un día se había llamado Mari, rompió a llorar. 30 años después lo había comprendido todo.

Marieta pidió a Paqui, su asistenta, que llamara a Manolo por teléfono. Pero Manolo no contestó ese día, ni ninguno de los días que siguieron a éste...

jueves, 27 de septiembre de 2012

Más allá te siento


No sé cómo expresar lo que siento dentro de mi, y no porque me falten palabras para hacerlo, sino porque verdaderamente no tengo ni idea de lo que siento exactamente. No encuentro la forma de describir mis sentimientos hacia ti. Tú que te marchaste antes de haber llegado.

Creo que no tengo derecho a odiarte, no lo tengo porque tampoco me dio tiempo a quererte, y uno solamente odia aquello que realmente le importa. Pero hoy te odio un poquito, supongo que me importas más de lo que me gustaría. Tampoco pude controlar eso en su día. Como no puedo evitar que me duela hoy que me digas que no quieres volver nunca más. Tonta de mi, no sé exactamente en qué estaba pensando. En realidad no esperaba nada porque pensé que volverías y ahora siento que estás más lejos que nunca de mi.

Y a medida que dejo escapar estas palabras, me voy dando cuenta de que me afectas más de lo que quisiera. Tú que te marchaste antes de haber llegado. Tú que llegaste con la idea de escapar, de huir lejos de aquí. Porque el aquí te quemaba y el ahora no era más que un estado de espera, un estar sin estar, una parada absurda en tu camino hacia la el más allá, más allá del aquí y del ahora. Más acá del allí y de tu ahora, que no es el mismo ahora, sino totalmente distinto que cuando te conocí…

Otoño cómeme el...


Leyendo poesía por aburrimiento, me he encontrado con estos versos:
 “oh otoño, dulce y esperado otoño…”

… ¿esperado otoño? ¡yo te odio otoño, así que cómeme el coño!

 Ay, disculpad mi vocabulario, pero entendedme, es que me han operado hace casi un mes y ahora resulta que no solo tengo que estar en casa metida todo el día, sino que encima miro por la ventana y solo veo nubes, oscuridad, lluvia. Ya siento el frío, pero además de verdad; que hoy mi fisio me ha asegurado que durante unos meses voy a poder predecir el tiempo. Lo que me faltaba; ¡bastante vieja me sentía ya por estar lisiada! pues ahora empezaré a decir cosas como: “Madre mía, cómo me duelen los huesos, mañana va a llover”, aunque puede tener sus ventajas “papá coge el paraguas, anda, ¡que esta tarde te va a caer un chaparrón de aupa!”, si es que a todo se le puede sacar el lado bueno supongo, aunque a mi esta humedad me está matando, que desgracia. La humedad me cala los puñeteros huesos, hasta dentro.

Creo que el mundo se ha vuelto contra mí desde que me he levantado hoy, bueno quizás no sea para tanto y solo es que hoy lo veo con otros ojos por culpa del maldito tiempo, ¡veis! Ahora digo cosas como “maldito”, creo que he debido envejecer unos 50 años del tirón. Y cómo ahora me da miedo que se me empiecen a caer los dientes he decidido que solo voy a comer cosas líquidas, pero no ha sido nada fácil cumplir con mi nueva religión; así que al final por aburrimiento alimenticio me he dado a la bebida, a la bebida alcohólica claro, que la cerveza tiene mucho nutriente , y según mis compañeros de trabajo me estoy quedando en los huesos.

No opina lo mismo mi querido hermano, que cada día, desde hace 30 más menos (y los que le quedan al pobre) se le ha encomendado la ardua tarea de pincharme heparina. Sí, sí, cómo lo oís, que no es que sea una yonki de la heparina, que yo no soporto las agujas, pero a los médicos hay que hacerles caso, dicen que si no me pincho esa mierda se me puede coagular la sangre y ahí sí que la liamos. Pues como iba diciendo, que lo de que estoy en los huesos a mi hermano le hizo mucha gracia cuando se lo conté, porque la eparina se pincha en la tripa; y puede que mi patita derecha engañe a mis compañeros como en el cuento del lobo y los cabritillos (da pena la pobre de lo delgada que está), pero es que todo lo que como se está acumulando de manera exagerada en dos puntos sólamente, la tripa y mi culo. El culo por suerte no lo tengo que ver mucho, que está por detrás y como no me muevo demasiado, he perdido la costumbre de mirarme al espejo. Pero la tripa amigos,  eso es algo con lo que tengo que lidiar día tras día. Nada agradable, ni para mí ni para mi hermano.
Creo que voy a hacer abdominales, pero mejor lo dejamos para mañana que será otro día… y por cierto, siento deciros que va a llover…

sábado, 15 de septiembre de 2012

MUMFORD AND SONS. AFTER THE STORM



And there will come a time, you'll see, with no more tears.
And love will not break your heart, but dismiss your fears.
Get over your hill and see what you find there,
With grace in your heart and flowers in your hair.

http://www.youtube.com/watch?v=EMsTSdHIJds

jueves, 6 de septiembre de 2012

YO ENTIENDO LUEGO EXISTO


YO ENTIENDO…

Entiendo que me odies por haberte querido, Que aun así me quieras sin poder evitarlo. Entiendo que te fueras, que huyeras de mi lado. Porque no podía darte lo que estabas buscando.

Hoy entiendo que olvidarte no va a ser tan sencillo. Porque contigo recordé que siempre había entendido, a pesar de mis esfuerzos por tratar de apartarlo. Porque antes de conocerte siempre me negué a aceptarlo

Yo entiendo, tú entiendes, ellos no entienden,

Algunos no entienden porque no quieren. Otros quisieran entender y no pueden. Y su incomprensión me gusta porque nos hace especiales.

Yo entiendo…
 
LUEGO EXISTO

martes, 31 de julio de 2012

a la desesperada


Dime qué es lo que limita a mi pobre corazón. Quiero que me mires a los ojos, tú que tienes tantas ganas de vivir, que has recorrido tanto mundo. Mírame a los ojos, por favor, y atrévete a decírmelo si tienes valor. Explícame por qué tú sí y yo no...

Me gustaría que te sentaras conmigo un día, el que tú quieras. Solo te pido un día de tu tiempo para colarme en tu mirada de aventurero. Un minuto para encontrar el valor que yo no tengo. Para mandar todo esto a la mierda. Un minuto sería suficiente para robártelo si lo veo en tus ojos.

Y sin embargo  ya es tarde para todo, porque cada minuto que pasa estás más lejos de mí. Y me muero porque no fui capaz de implorar tu ayuda para salir de este bucle de normalidad cuando aun estabas conmigo. Cuando aun podía tocarte y sentir tu aliento sobre mi. Cuando tus manos recorrían mi cuerpo lentamente, temerosas, conscientes de lo lejos que estábamos ya aun sin habernos ido. Cuando tus labios besaban cada parte de mi cuerpo desesperados por retener en ellos algo parecido a mi, pero que nunca más volverá a ser yo. Porque los labios olvidan, igual que las personas. Tacto, gusto, olfato, vista, oído. Uno a uno irás perdiendo cada sentido hacia mí. Y tus sentimientos se volverán borrosos, porque no se puede sentir sin tocar, probar, oler, ver u oír.

Por favor te necesito. Necesito que vuelvas a por mí. Porque sabes que no puedo seguirte sola. Aunque me muero de ganas...

martes, 3 de julio de 2012

Indagando en lo que soy


Indagando en lo que soy, 
Me encontré con lo que era;
Sin creer que lo que viera,
Pudiera ser algún día.


Y por intentar esconder
Lo que mi corazón decía,
Cambié tu nombre en mis versos
Y así maté mi osadía,


Más no hubo nombre de hombre
Que durase en mis escritos,
Sin acabar convertido
En un nombre de mujer.



De Mario pasó a María,
Que se aferró a mis sentidos 
y me cogió entre sus dedos
Por no dejarme caer.



Y cuanto más escribía,
Más cerca estaba de mí.
¿Quién soy yo?
Os preguntaréis.
 

Pues creedme cuando os digo
Que ni yo misma lo sé.

Me suelen llamar Lucía,
Lucía la que no duerme,
La misma que por el día
Se conforma con la muerte.

lunes, 28 de mayo de 2012


Doy una calada, profunda. Noto como el humo cala en mis pulmones y siento como se relaja cada uno de los músculos de mi cuerpo; desde el cerebro hasta el dedo pequeño del pie. Y, pasando por los brazos, se extiende hasta cada uno de los dedos de mis manos. Me siento realmente bien, el cuerpo me pesa e intento aguantar la respiración. Voy dejando salir el humo poco a poco, no tengo prisa por dejarlo ir. Cierro los ojos. Imagino que estas conmigo, justo a mi lado. Tu olor me embriaga y me transporta con él a lugares escondidos en lo más profundo de mis recuerdos. Abro los ojos y me estrello con la realidad del vacío que has dejado en mi cama. Una lágrima resbala lentamente por mi mejilla y aterriza en la almohada. Me sorprende, la verdad es que no tenía pensado pensarte.

Miro el cigarro antes de abandonarme de nuevo a mi dosis de felicidad pretendida. No sé a quien quiero engañar. Fumar me pone cachonda y cuando estoy cachonda pienso en ti. Luego, una vez más, inconscientemente he aterrizado donde no quería. Noto como tu aliento recorre mi cuerpo, me miras a los ojos fijamente llamándome a abandonarme en el placer. Y yo no puedo evitar buscar tus labios, pero no los encuentro. El placer que me daban ya no me pertenece.

Apago el cigarro, apago la luz, con un poco de suerte quizás te encuentre en mis sueños.  

viernes, 11 de mayo de 2012

Un día como hoy (6 de mayo de 2012). GERO


Un día como hoy se agotaron sus fuerzas y su cuerpo desgastado se rindió al abandono del que sabe con certeza que ha luchado por una causa perdida.

Porque un día como este pero totalmente distinto puso sus manos en alto y dejó que su enfermedad lo tomara prisionero sin oponer resistencia.

Y su esquelético cuerpo se fue apagando poco a poco, al compás de su corazón adormecido, y sus pulmones exhalaron el último suspiro, y sus ojos azules, los mismos que tantos corazones habían roto en el pasado, se cerraron para siempre.

Y lo que un día fue, dejo de ser en un instante.

Y no hubo más corazones rotos por la intensidad de su mirada. Pero sí por el dolor que nos dejo su ausencia.

Ese día cientos de corazones latieron al unísono por él, como lo hacen hoy al recordar lo que un día fue y lo que siempre será para nosotros.


Un año después, y como cada día te recordamos Gero.

Siempre vivirás entre nosotros porque nunca te llegaste a ir del todo.

domingo, 29 de abril de 2012

FELICIDADES SERGIO

PARECE MENTIRA

Hola Ser, ¿sabes? llevo una maldita hora intentando escribirte unas palabras de felicitación, quería que me quedara en plan bonito, porque como estás lejos había pensado que este podía ser mi regalo de cumpleaños provisional, pero ya son las 11.30 de la noche y parece que no estoy muy inspirada...

Quería que tu entrada en mi blog fuera especial, una entrada triunfal ¿sabes? más o menos como tu entrada en mi vida, por la puerta grande, nada de tonterías.

Quería que te emocionara leer lo mucho que te quiero y lo importante que eres para mí, pero tendrás que conformarte con esta declaración de intenciones improvisada. Aunque que quieres que te diga, yo creo que muchas veces es mejor improvisar, dejar que las palabras vayan saliendo solas, ya sabes, sin retoques, porque lo que se dice sin pensar es lo que realmente se siente..

Pues eso Ser, que parece mentira que fuera ya hace 8 años cuando una desconocida Luci conociera a un sergio que ahora se me antoja extraño. La verdad es que ha pasado tanto tiempo y han cambiado tanto las cosas que no reconozco a las personas que fuimos, no sé quienes éramos entonces, pero te aseguro que me alegro de que esas dos extrañas personitas decidieran que no podían seguir viviendo la una sin la otra. Que te voy a decir Ser, que si hay una cosa de la que me sienta orgullosa en la vida es de haber tenido el placer de conocerte, pero no conocerte sin más, eso no tiene ningún mérito, yo he tenido el placer de dejarme querer por ti, he tenido el placer de quererte (en todos los sentidos en los que se puede querer a una persona), el placer de aprender contigo, de enseñarte y de dejarme enseñar por ti. Porque gran parte de lo que soy ahora mismo te lo debo a ti.

Felicidades por ser quien eres.

lunes, 2 de abril de 2012

Mendigando dolor

Me duelen los ojos de tanto mirarte, intento hacerlo sin que nadie se dé cuenta, aunque eso suponga que ni siquiera tú seas consciente de que aun sigo pendiente de cada movimiento que haces.  Pero se me van los ojos, no puedo controlarlos…

¿Sabes? Hoy estás más guapo que nunca a pesar de haberte arreglado menos que de costumbre.  

Y sí, quisiera encontrar cualquier excusa para encontrarnos a solas, tu y yo, como antes, solo que antes ya no existe y ahora no encuentro mi hueco entre tú y ella. Porque ahora ella es yo, o lo que un día fui yo para ti.

Como ves, ya no sé ni lo que digo. En realidad tampoco estoy muy segura de lo que quiero, aunque eso no es ninguna novedad.

Querría…querría que me miraras a los ojos y que adivinaras las ganas que tengo de besarte ahora mismo, y sobre todo me gustaría que me dieras permiso para hacerlo, o mejor, que lo hicieras tú, que lo hicieras delante de todos, por todas las veces que no te deje hacerlo en el pasado. Tu te lo mereces y yo me muero de ganas…

Me duele la cabeza de tanto pensarte, ni si quiera cuando duermo me das un respiro. No sé cómo lo haces para aparecer en todos mis putos sueños.

¿Sabes? Recuerdo el día que me dijiste que ibas a dejarte crecer el pelo solo porque a mi me gustaba más largo. Recuerdo que aun lo tenías corto cuando me fui. Y ahora resulta que lo llevabas recogido. Dios mío, pero qué guapo eres coño. Sabes que aun te deseo ¿eh? Lo sé porque no te atreves a mirarme a los ojos cuando ella está delante, y entonces te das cuenta de que sospecha algo, te obligas a mirarme fijamente, pero tu mirada está desenfocada, como perdida y lo intentas solucionar hablando, pero nada de lo que dices tiene ningún sentido…
Buf...ojala me dolieran las manos de tanto tocarte…

sábado, 31 de marzo de 2012

somebody that I used to know

http://www.youtube.com/watch?v=Gtl8K0kO4P4&feature=fvst

Now and then I think of when we were together
Like when you said you felt so happy you could die
Told myself that you were right for me
But felt so lonely in your company
But that was love and it's an ache I still remember

You can get addicted to a certain kind of sadness
Like resignation to the end, always the end
So, when we found that we could not make sense
Well, you said that we would still be friends
But I'll admit that I was glad that it was over

But you didn't have to cut me off
Make out like it never happened and that we were nothing
And I don't even need your love
But you treat me like a stranger and that feels so rough
No, you didn't have to stoop so low
Have your friends collect your records and then change your number
I guess that I don't need, that though
Now you're just somebody that I used to know
Now you're just somebody that I used to know
Now you're just somebody that I used to know

Now and then I think of all the times you screwed me over
But had me believing it was always something that I'd done
But I don't wanna live that way, reading into every word you say
You said that you could let it go
And I wouldn't catch you hung up on somebody that you used to know

But you didn't have to cut me off
Make out like it never happened and that we were nothing
And I don't even need your love
But you treat me like a stranger and that feels so rough
No, you didn't have to stoop so low
Have your friends collect your records and then change your number
I guess that I don't need, that though
Now you're just somebody that I used to know

Somebody, I used to know
Somebody, now you're just somebody that I used to know
Somebody, I used to know
Somebody, now you're just somebody that I used to know

I used to know
That I used to know
I used to know
Somebody

miércoles, 28 de marzo de 2012

¿perra vieja nunca muere?

No te imaginabas que una cosa tan pequeña pudiera hacer tanto daño, tú que te creías invencible. Con todos esos años a tu espalda creías que ya lo habías vivido todo. Ser una perra vieja no te ha servido de nada esta vez.

La vida nunca deja de sorprendernos. No debiste creerte más lista que yo, joven e ingenua a tu parecer. No debiste bajar la guardia, bien lo sabes y ahora te odias por ello. No soportas cometer errores, y esta vez has metido la pata hasta el fondo.
 
Déjalo, que no vale la pena envenenarse el cuerpo. Dime, ¿cuántas personas necesitas llevarte a la cama para convencerte de que ya no me necesitas? Puedes engañarte a ti misma, pero a mí no me engañas, sabes que ninguna podrá llenar el vacío que he dejado en ti, y sin embargo sigues matándote por dentro, porque cada batalla que luchas es una derrota, y cada derrota duele más que la anterior.
 
Córrete mil veces y de mil maneras. Folla como una perra, con ellas, con ellos, grita de placer. Conmigo eras más silenciosa. No por mucho gritar vas a matar mi silencio, al revés, cada vez lo oyes más fuerte. Gritas para olvidarlo, pero el contraste es tan fuerte que el silencio sobresale por encima de tu voz…
Y así, vas muriendo lentamente, envenenada te mueres por mí…

lunes, 19 de marzo de 2012

A cada golpe, con cada tecla

Envidio a la gente que sabe tocar un instrumento. Siempre he pensado que si tocara un instrumento compondría mis propias canciones y podría ganarme la vida con ello.
No sé tocar un instrumento, tampoco he intentado aprender, ironías de la vida, supongo que prefiero lamentarme por lo que no tuve posibilidad de hacer, que aprender y después darme cuenta de que nunca me ganaré la vida con mis canciones.

Pero solo por si acaso, por si algún día decido cambiar de opinión, voy golpeando estas teclas, y con cada tecla que toco empiezo a eructar palabras que salen a trompicones al principio. Voy dejando que salgan a cada golpe, se me escapan de las manos, se me caen de la cabeza, como si no tuvieran otro destino diferente que el de ser compartidas. Algunas son impacientes y no entienden de continencia, se lanzan en picado sin miedo a morir en el mismo momento de aterrizar, por lo menos lo intentaron; otras son más precavidas y prefieren saltar con paracaídas solo así tienen la certeza de que no se estamparán contra el fondo de cualquier papelera. Y al final termino por convertir lo que en principio solo eran palabras en verdaderas enredaderas de sentimientos o caóticas ideas.  Y sin necesidad de instrumentos voy componiendo las canciones de mi vida, las melodías que me ayudan a seguir viviendo aunque nunca llegue a ganarme la vida con ellas. Poco a poco, por si acaso, voy plasmando mis notas a cada golpe, con cada tecla.

Ante tanta estupidez

Tan pronto entra el sol por mi ventana se va, un día y otro y otro más, y ya van tres. Tres días sin apenas levantar cabeza. Tres días que han pasado de largo por mi vida. Tres días para olvidar. Tres días para reflexionar. Tres días para parar un poco, para desintoxicarme de tanta mierda. Todo eso se puede hacer en tres días y sin embargo no he hecho absolutamente nada más que quejarme por un dolor que me he causado yo misma y mi estupidez, pero ya no es momento para lamentarse por lo que pude hacer y no hice.  Ante tanta indisciplina ahí tengo mi castigo, que será en adelante la única forma de redimirme.

sábado, 28 de enero de 2012

POR MUCHO QUE TE ESFUERCES.............

Me gusta que seas feliz, de verdad, me alegro y no lo digo por decir aunque suene a tópico. Me gusta no tener que pensar si mis actos van a afectarte o no,  porque tu eres feliz independientemente de mi,  de hecho eres feliz sin mi, y si me aventuro puedo decir que quizás el motivo último y verdadero de tu felicidad sea precisamente mi ausencia. Me gusta verte y saludarte y preguntarte por tu vida y que me digas que todo te va de miedo, de miedo porque ni tu misma te lo crees, no te crees que hayas pasado página, pero también de miedo porque ya confiaste una vez y nada salió como esperabas.
Miedo… no deberíamos tener miedo. El miedo nos paraliza, el miedo nos frena, el miedo nos hace actuar, y  actor es aquel que interpreta un papel. En el fondo todos somos un poco actores, y lo triste es que muchas veces no nos damos cuenta de que ni siquiera nos han dado el papel protagonista de la película de nuestra vida, y es otro el que hace de actor principal. Es otro el que consigue llevarse el oscar a la mejor interpretación, porque nosotros rechazamos ese papel cuando se nos propuso, porque es demasiado difícil cargar con esa responsabilidad, porque preferimos quedarnos en un segundo plano. Desde lejos todos es más fácil, es más fácil cargar a otro con toda la culpa, ¿verdad?.

Pues deja de engañarte de una vez idiota, que por mucho que te escondas y trates de evitarlo el protagonista de tu vida eres tú, TU, y puedes intentar desviar la atención hacia otros pero eso no servirá de nada. Porque nadie podrá coger las riendas de tu vida si no lo haces tú. Porque no puedes entregarlo todo para que vivan tu vida por ti. Porque aunque no quieras creerlo cada uno vive su propia película, por mucho que te vendan que quieren vivir dentro de la tuya.
No seas idiota y reclama las riendas de tu vida a aquellos que te las arrebataron. Porque como me dijo una vez mi amiga Cela, “Solo tú puedes ser el protagonista de tu vida”.

jueves, 19 de enero de 2012

FELIZ AÑO NUEVO

Ese año se nos pasaron  las uvas y entramos en enero sin darnos cuenta. Aquel año no tuvimos tiempo de recapacitar al son de las campanadas y nos prometimos que nunca más volvería a pasarnos.
Otro año más estamos reunidos casi todos los que estábamos, pero muchos menos de los que nos gustaría que estuvieran.
Dong. Primera campanada. Enero retumba en mi cabeza y la llena de desordenadas imágenes que comienzan lentamente a tomar forma, es la forma de un recuerdo dormido, un recuerdo que quiere despertar. Las piezas del puzzle luchan por encajar unas con otras. Un porro que se consume, cuatro cubatas que se alzan en el aire antes de vaciarse en unas sedientas gargantas ávidas por vivir muchos más momentos como aquel, un misterio solitario para uno de mis comodines favoritos…
Dong. Febrero aparta de un manotazo el rompecabezas sin resolver que enero dejó a su paso,  y la luz se hace, y aparece lucía, mucho más lúcida por cierto que la que quedó a la sombra de los frenéticos meses vividos el año anterior.
Dong. Marzo saluda sonriente, no puede evitar enseñar los dientes cuando piensa en sus chicas, esas chicas que un día se disfrazaron de futbolistas y soñaron con ganar la liga. Sin embargo se despide entre lágrimas. Son lágrimas de impotencia, de incredulidad, son mis lágrimas, las mismas que inundan mi alma cuando empiezo a ser consciente de que no pasaré más meses de marzo a lado de mi tío Germán.
Dong. Abril pasa tranquilo con ella, ya no tengo dudas de lo que siento, lo acepto y por fin me dejo llevar. Y envueltas en ese halo de quietud fue como logramos conquistar la cima de todas las montañas que habíamos comenzado a escalar aquel verano en el que todo cambió y ya nada volvería a ser como antes…
Dong. Mayo cae como un jarro de agua fría encima de mí. Se nos va, se nos fue, para siempre. Y un flexo me ayuda a llegar hasta él, porque sé que desde donde está,  él lee todo lo que le escribo.
Dong. Por el calor que hace intuyo que ya hemos llegado a Junio. Qué rápido se nos escapa la vida. Cuando quiero darme cuenta he dejado atrás los que con certeza sé que serán los mejores seis años de mi vida.
Han pasado tantas cosas en estos seis años y a la vez tan pocas… He tenido tiempo de Llorar, reír, sentir, vivir, morir y resucitar, pero sobre todo he aprendido a entender las cosas por las que merece la pena luchar, y por conservarlas pelearé toda mi vida, porque amigos como Alberto, Calle, Aguao o virginia no se encuentran en cualquier sitio. Porque gracias a un viaje a Roma conocí a Amaya que me enseñó tanto siendo tan pequeñita, a Joao que me devolvió la confianza en mí misma cuando más lo necesitaba. A Jaimito, mi eterno vecino. Y me permitió seguir conociendo al personach de Miquel, al loco de Alex, y a nuestra compañera , María.
Dong. Julio se cree tailandés. Mochila al hombro cruzo medio mundo para encontrarme con ellas.  Pero al final termino por encontrarme a mi misma, o más bien me rindo a lo que me gustaría ser. Me doy por vencida y por ello acabo perdiéndote. También allí descubro que tengo una prima pequeña más grande que yo. Y confirmo que todas podemos adaptarnos a cualquier circunstancia que se nos presente en la vida.
Dong. Agosto se presenta tedioso en un desértico Madrid que no perdona, y me paso los fines de semana a la fuga. Laredo se convierte en mi guarida. Todo pasa tan rápido que no tengo tiempo de recapacitar, no soy consciente de la nube que está a punto de posarse sobre mi cabeza, aun está tomando forma y no puedo verla a pesar de que podría alcanzarla con solo estirar los dedos, es una nube oscura que crece alimentada de malas vibraciones, y si me descuido acabará por lanzar sus rayos sobre mi propia cabeza.
Dong. Allá por septiembre la realidad que quise enterrar en la arena de la playa sale a la superficie en forma de tormenta, ahora sí puedo ver la nube, puedo tocarla, vivo dentro de ella, me nubla la vista y no soy capaz de ver el sol. Parece como si hubiera decidido no volver a salir. Sin embargo diez manos amigas me rescatan justo antes de dejarme envolver por la más absoluta oscuridad. Ellas son mi luz.
Dong. La decima campanada alerta la llegada de Octubre que puede convertirse en el peor de los meses si no se mira con optimismo. Este octubre me dio por ver el vaso medio lleno, medio lleno de ron para aguantar el bombardeo de fiestas, alguna de disfraces donde me tope con personajes de la talla de woody allen, punky Bruster o el mismísimo Máximo Decimo Meridio.
También atribuyo parte del optimismo a mis molinguis de Adartia, que hicieron que los días en el infierno parezcan un trocito de cielo en la tierra.
Dong. Para mí, noviembre es mi familia. Para mí, mi familia lo es todo. Un tres de noviembre de hace ya 24 años llegué a este mundo como regalo de cumpleaños para un jovencísimo Alejandro que el 4 de noviembre cumplía 25 años. Papá, para mí cada cumpleaños mi regalo eres tú, gracias por luchar siempre por nosotros, siempre fuiste el ancla de la familia, aunque nunca lo habríamos conseguido sin mamá que está ahí para poner un poquito de orden en tu inquieta y alocada cabeza. Sabes que te admiro y que me gusta cada cosa que veo en mí que me recuerda a ti, porque tienes algo que te hace especial, algo que muchas personas buscan y sin embargo nunca lograrán alcanzar.
Noviembre es el mes de mi gente, personas que han marcado mi vida, cada una a su manera, sin las cuales yo no sería quien soy ahora felicidades a todos esos escorpio por ser parte de mi. Felicidades Raquelorum, 2011 no habría sido lo mismo si no te hubiera conocido, felicidades putilla mía, te quiero más que a mi vida lo sabes, son muchos años ya, y espero llegar a los 100 años y poder seguir diciendo lo mismo. Felicidades bellota, siempre has estado ahí, al pie del cañón, a mi lado para sacarme una sonrisa cuando más lo he necesitado, eres la persona más generosa que conozco y de ti he aprendido tantas cosas que me asusto solo de pensar que si no hubieras estado ahí para darme una leche cuando lo necesitaba, para abrirme los ojos a tiempo, o levantarme el ánimo cuando no tenía fuerzas para seguir, yo hoy en día sería una persona mucho peor de lo que soy ahora.
Dong. Diciembre se presenta antes de que me de tiempo a ponerme más sentimental. Me dice que me vaya despidiendo ya, que el año se acaba, que vendrán muchos más, que tengo que mirar hacia delante y andar con paso decidido. Me dice que no me deje intimidar por nadie, que yo valgo mucho más de lo que pienso, que no trate de hacerme creer lo contrario por miedo a fracasar, que no sea cobarde, que encuentre lo que me gusta y luche por conseguirlo, que sea feliz.
Escucho gritos de fondo, “¡feliz año nuevo!, matasuegras, botellas de champán descorchándose, fuegos artificiales, poco a poco voy despertando y abro los ojos a la realidad. FELIZ AÑO NUEVO.
F E L I Z   A Ñ O   N U E V O….