Cuando el despertar del dolor se haya desvanecido,
Cuando la carne se funda con la tierra, y el deambular no
sea más que en espíritu,
Entonces entenderé que habré muerto,
Y al amanecer del alma no lamentaré el camino.
Pues ya no seré cautivo de este sinvivir de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario