viernes, 28 de septiembre de 2012

LA HISTORIA DE PEPE, EL CORAZÓN ADORMECIDO


Esta es la historia de PEPE, el CORAZON ADORMECIDO. Dejadme que os cuente cómo pasó…

Pepe siempre había sido un corazón normal, como otro cualquiera. Día y noche trabajaba afanosamente en su tarea de bombear la sangre a todos los rincones del cuerpo de Juliette. Era muy concienzudo en su cometido pues sabía que de él dependía que la pequeña siguiese adelante con su vida. Se movía sin descanso y sin embargo no se cansaba nunca, el día que eso pasara sabía que sería el fin.

Pepe era francés, como Juliette. Os preguntaréis entonces por qué tenía nombre español. Pues bien; Juliette nació en Francia, pero pronto su familia emigró al sur de España. Allí el nombre de Pepe era bastante común y Juliette empezó a llamar así a su corazón. Como habréis podido observar, Juliette no era una niña como otra cualquiera, ella le hablaba a su corazón, lo había hecho desde siempre, pues a Juliette le gustaba llamar a las cosas por su nombre.

Como iba diciendo, Pepe siempre había sido un corazón normal, pero de la noche a la mañana todo cambió. Todo cambió sin previo aviso. Una fuerza extraña le invadió y de pronto no podía parar de saltar de alegría. Bombeaba y bombeaba, pero lo hacía sin darse cuenta, sin esfuerzo, siempre al compás de esa canción que no paraba de sonar en el interior de Juliette. Cómo era, ah sí… decía algo así como “all you need is love”.  ¡Nunca se había sentido tan vivo!

Entonces Juliette le confesó a Pepe la razón de su alegría: Javier, así se llamaba él.

Pero un día Javier no quiso volver más junto a Juliette. Ese día se apagó su luz, todo se volvió oscuridad, y Pepe dejó de sentirse vivo, dejó de saltar, pues inconscientemente ya no tenía ganas de latir, no podía, porque Juliette ya no le daba motivos. 

Pepe se había convertido en un corazón adormecido.

Pero Pepe pronto despertó. Porque a diferencia de Juliette, ya había olvidado el nombre de Javier. Se había obligado a hacerlo por ella el día que ese cerdo se fue. No pretendía quedarse de brazos cruzados viendo como Juliette se daba por vencida. Y se propuso recomponer uno a uno los pedazos que quedaban de lo que un día fuera su pequeña amiga.

 

Marta fue a visitar un día a Juliette preocupada porque ésta ya no salía nunca de casa, y con el pretexto de celebrar el cumpleaños de Patricia, una amiga común de ambas, Marta consiguió que Juliette aceptara la propuesta. Pepe estaba alerta.

Juliette estaba sentada en la terraza de un bar de copas con sus dos amigas, que charlaban alegremente sobre la última moda en bolsos. Pero tenía la mirada perdida porque ya nada le interesaba. No quería que ellas lo notaran, por ello cuando veía a sus amigas sonreír, ella sonreía. El cuerpo de Juliette estaba allí, pero no su cabeza.

Dos mesas más allá un chico moreno de ojos claros no hacía más que mirar a Juliette sin que esta se diera cuenta, de pronto sus miradas se cruzaron un instante y Juliette sintió cómo el corazón se le salía del pecho. Ambos apartaron la mirada nerviosos. Juliette no entendía porque había reaccionado así e intentó dejarlo pasar, no tenía ganas de conocer a nadie. Pero a lo largo de toda la noche se descubrió buscando la mirada de aquel misterioso chico, y cada vez que la encontraba su corazón latía con más fuerza.

Esa noche Juliette conoció a Jorge, que también empezaba por J pero nada tenía que ver con Javier. Esa noche Juliette decidió dar una segunda oportunidad al amor.

Pepe sonrío para sí, el solito lo había conseguido. Y así, siguió bombeando sangre al ritmo de aquella famosa canción de los Beatles.

DEMASIADO CORAZON


- Toc toc toc- Alguien llama a la puerta del nº 15 de la calle Serrano en Madrid.

Hace unos años que Marieta siempre va vestida a la última moda. Viste trajes de las mejores marcas, de esas que solo se venden en Londres, París o Nueva York. Hace unos años que Marieta dejó su antigua vida en el barrio de Usera para empezar de cero en una zona que pensó siempre había ido más con ella. Hace unos años que a Marieta le dio por pensar que sus antiguas amistades, las de toda la vida, ya no tenían nada que ver con ella. Como tampoco tenía que ver su marido.

Marieta, antes conocida como “la mari”, no se levanta a abrir la puerta, sabe que alguien lo hará por ella. Solo espera. Y recuerda, recuerda cuando abría puertas, cuando hacía camas, cuando fregaba platos y barría suelos. Lo recuerda de vez en cuando y se sorprende, no reconoce a aquella chica. Rápidamente borra la imagen de su cabeza y sigue con lo suyo.

- Ring. Ring- Alguien llama al teléfono de la casa de Manolo, el nº 34 de la calle Marcelo Usera.

Hace unos años que Manolo ya nunca contesta al teléfono. Se le quitaron las ganas cuando la Mari lo abandonó. Manolo siempre quiso a la Mari tal y como era. La quiso desde la primera vez que la vio. La Mari tenía los ojos verdes. Manolo nunca podría olvidar aquellos ojos grandes que una vez no querían mirar más allá de los suyos. Pero eso fue hace ya mucho tiempo, demasiado…

Hoy Manolo tampoco contesta. Y sabe que nadie lo hará por él, porque Manolo lleva años viviendo sin más compañía que sus pensamientos. Y sin más aliento que sus recuerdos. Manolo cierra los ojos tranquilo mientras el teléfono sigue sonando incesante.

 

En casa de Marieta se ha armado un poco de revuelo con la visita. Era un mensajero. El mensajero dejó a Marieta un paquete. Dentro, uno de sus cuadros. Y en un sobre una nota que decía: “Te devuelvo tu cuadro porque ya no lo quiero”.

Hace unos años que Marieta es pintora de profesión, aunque siempre se había sentido pintora de corazón. Todo empezó por casualidad, y poco a poco sus cuadros empezaron a venderse. Marieta empezó a confiar en su talento y con el dinero conseguido con las primeras ventas empezó a promocionarse aquí y allá. Hasta que conoció a Valentín, marchante de arte.

Valentín tenía su propia galería, y unas ganas locas de enamorar a una joven promesa. A sus 60 años conoció a la Mari y empezó a llamarla Marieta, decía que así vendería más cuadros. Y no se equivocaba. Valentín “abrió” los ojos de la Mari. “el mundo del arte es así Marieta” le decía Valentín, “uno no crece si se queda en Usera” así que Marieta se deshizo literalmente de todo lo que pudiera ligarle a su antigua vida y se mudó con Valentín.

Ahora Marieta mira su cuadro y recuerda la ilusión que sintió cuando Manolo le dijo que una vez más, alguien había comprado una de sus pinturas.

- ¿y quién lo ha comprado?- Preguntaba la Mari una y otra vez. Pero Manolo nunca llegó a darle una respuesta concreta.

-  Un amigo de un amigo, no sé cómo se llama, pero le ha encantado Mari, mañana mismo quiere que se lo llevemos- decía Manolo emocionado al ver la cara de la Mari.

-  ¿y cuanto dinero nos va a pagar?- preguntaba nerviosa la Mari.

-  50.000 pesetas Mari

Con el cuadro delante, no alcanza a comprender que quien fuera que lo comprara haya decidido devolverlo sin más. Sus cuadros hoy valían mil veces más.

Guardó el cuadro en una habitación y cerró con llave para no volver a ver nunca más el signo de su fracaso.

Pero, un día tras otro, a lo largo del mes que siguió a aquel fatídico día en la vida de Marieta, ésta tuvo que girar esa llave para encontrarse cada vez con una habitación más repleta de sus obras. Uno a uno fueron llegando por mensajero todos sus cuadros. Eran sus primeros cuadros, los mismos que le habían dado la fuerza y el dinero para seguir su sueño, para creerse lo que nunca se había atrevido a creer.

El último cuadro que llegó fue el primero que vendió. Entonces Marieta, la misma que un día se había llamado Mari, rompió a llorar. 30 años después lo había comprendido todo.

Marieta pidió a Paqui, su asistenta, que llamara a Manolo por teléfono. Pero Manolo no contestó ese día, ni ninguno de los días que siguieron a éste...

jueves, 27 de septiembre de 2012

Más allá te siento


No sé cómo expresar lo que siento dentro de mi, y no porque me falten palabras para hacerlo, sino porque verdaderamente no tengo ni idea de lo que siento exactamente. No encuentro la forma de describir mis sentimientos hacia ti. Tú que te marchaste antes de haber llegado.

Creo que no tengo derecho a odiarte, no lo tengo porque tampoco me dio tiempo a quererte, y uno solamente odia aquello que realmente le importa. Pero hoy te odio un poquito, supongo que me importas más de lo que me gustaría. Tampoco pude controlar eso en su día. Como no puedo evitar que me duela hoy que me digas que no quieres volver nunca más. Tonta de mi, no sé exactamente en qué estaba pensando. En realidad no esperaba nada porque pensé que volverías y ahora siento que estás más lejos que nunca de mi.

Y a medida que dejo escapar estas palabras, me voy dando cuenta de que me afectas más de lo que quisiera. Tú que te marchaste antes de haber llegado. Tú que llegaste con la idea de escapar, de huir lejos de aquí. Porque el aquí te quemaba y el ahora no era más que un estado de espera, un estar sin estar, una parada absurda en tu camino hacia la el más allá, más allá del aquí y del ahora. Más acá del allí y de tu ahora, que no es el mismo ahora, sino totalmente distinto que cuando te conocí…

Otoño cómeme el...


Leyendo poesía por aburrimiento, me he encontrado con estos versos:
 “oh otoño, dulce y esperado otoño…”

… ¿esperado otoño? ¡yo te odio otoño, así que cómeme el coño!

 Ay, disculpad mi vocabulario, pero entendedme, es que me han operado hace casi un mes y ahora resulta que no solo tengo que estar en casa metida todo el día, sino que encima miro por la ventana y solo veo nubes, oscuridad, lluvia. Ya siento el frío, pero además de verdad; que hoy mi fisio me ha asegurado que durante unos meses voy a poder predecir el tiempo. Lo que me faltaba; ¡bastante vieja me sentía ya por estar lisiada! pues ahora empezaré a decir cosas como: “Madre mía, cómo me duelen los huesos, mañana va a llover”, aunque puede tener sus ventajas “papá coge el paraguas, anda, ¡que esta tarde te va a caer un chaparrón de aupa!”, si es que a todo se le puede sacar el lado bueno supongo, aunque a mi esta humedad me está matando, que desgracia. La humedad me cala los puñeteros huesos, hasta dentro.

Creo que el mundo se ha vuelto contra mí desde que me he levantado hoy, bueno quizás no sea para tanto y solo es que hoy lo veo con otros ojos por culpa del maldito tiempo, ¡veis! Ahora digo cosas como “maldito”, creo que he debido envejecer unos 50 años del tirón. Y cómo ahora me da miedo que se me empiecen a caer los dientes he decidido que solo voy a comer cosas líquidas, pero no ha sido nada fácil cumplir con mi nueva religión; así que al final por aburrimiento alimenticio me he dado a la bebida, a la bebida alcohólica claro, que la cerveza tiene mucho nutriente , y según mis compañeros de trabajo me estoy quedando en los huesos.

No opina lo mismo mi querido hermano, que cada día, desde hace 30 más menos (y los que le quedan al pobre) se le ha encomendado la ardua tarea de pincharme heparina. Sí, sí, cómo lo oís, que no es que sea una yonki de la heparina, que yo no soporto las agujas, pero a los médicos hay que hacerles caso, dicen que si no me pincho esa mierda se me puede coagular la sangre y ahí sí que la liamos. Pues como iba diciendo, que lo de que estoy en los huesos a mi hermano le hizo mucha gracia cuando se lo conté, porque la eparina se pincha en la tripa; y puede que mi patita derecha engañe a mis compañeros como en el cuento del lobo y los cabritillos (da pena la pobre de lo delgada que está), pero es que todo lo que como se está acumulando de manera exagerada en dos puntos sólamente, la tripa y mi culo. El culo por suerte no lo tengo que ver mucho, que está por detrás y como no me muevo demasiado, he perdido la costumbre de mirarme al espejo. Pero la tripa amigos,  eso es algo con lo que tengo que lidiar día tras día. Nada agradable, ni para mí ni para mi hermano.
Creo que voy a hacer abdominales, pero mejor lo dejamos para mañana que será otro día… y por cierto, siento deciros que va a llover…

sábado, 15 de septiembre de 2012

MUMFORD AND SONS. AFTER THE STORM



And there will come a time, you'll see, with no more tears.
And love will not break your heart, but dismiss your fears.
Get over your hill and see what you find there,
With grace in your heart and flowers in your hair.

http://www.youtube.com/watch?v=EMsTSdHIJds

jueves, 6 de septiembre de 2012

YO ENTIENDO LUEGO EXISTO


YO ENTIENDO…

Entiendo que me odies por haberte querido, Que aun así me quieras sin poder evitarlo. Entiendo que te fueras, que huyeras de mi lado. Porque no podía darte lo que estabas buscando.

Hoy entiendo que olvidarte no va a ser tan sencillo. Porque contigo recordé que siempre había entendido, a pesar de mis esfuerzos por tratar de apartarlo. Porque antes de conocerte siempre me negué a aceptarlo

Yo entiendo, tú entiendes, ellos no entienden,

Algunos no entienden porque no quieren. Otros quisieran entender y no pueden. Y su incomprensión me gusta porque nos hace especiales.

Yo entiendo…
 
LUEGO EXISTO