La vida nunca deja de sorprendernos. No debiste creerte más lista que yo, joven e ingenua a tu parecer. No debiste bajar la guardia, bien lo sabes y ahora te odias por ello. No soportas cometer errores, y esta vez has metido la pata hasta el fondo.
Déjalo, que no vale la pena envenenarse el cuerpo. Dime, ¿cuántas personas necesitas llevarte a la cama para convencerte de que ya no me necesitas? Puedes engañarte a ti misma, pero a mí no me engañas, sabes que ninguna podrá llenar el vacío que he dejado en ti, y sin embargo sigues matándote por dentro, porque cada batalla que luchas es una derrota, y cada derrota duele más que la anterior.
Córrete mil veces y de mil maneras. Folla como una perra, con ellas, con ellos, grita de placer. Conmigo eras más silenciosa. No por mucho gritar vas a matar mi silencio, al revés, cada vez lo oyes más fuerte. Gritas para olvidarlo, pero el contraste es tan fuerte que el silencio sobresale por encima de tu voz…
Déjalo, que no vale la pena envenenarse el cuerpo. Dime, ¿cuántas personas necesitas llevarte a la cama para convencerte de que ya no me necesitas? Puedes engañarte a ti misma, pero a mí no me engañas, sabes que ninguna podrá llenar el vacío que he dejado en ti, y sin embargo sigues matándote por dentro, porque cada batalla que luchas es una derrota, y cada derrota duele más que la anterior.
Córrete mil veces y de mil maneras. Folla como una perra, con ellas, con ellos, grita de placer. Conmigo eras más silenciosa. No por mucho gritar vas a matar mi silencio, al revés, cada vez lo oyes más fuerte. Gritas para olvidarlo, pero el contraste es tan fuerte que el silencio sobresale por encima de tu voz…
Y así, vas muriendo lentamente, envenenada te mueres por mí…
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