No sé cómo expresar lo que siento dentro de mi, y no porque
me falten palabras para hacerlo, sino porque verdaderamente no tengo ni idea de
lo que siento exactamente. No encuentro la forma de describir mis sentimientos
hacia ti. Tú que te marchaste antes de haber llegado.
Creo que no tengo derecho a odiarte, no lo tengo porque
tampoco me dio tiempo a quererte, y uno solamente odia aquello que realmente le
importa. Pero hoy te odio un poquito, supongo que me importas más de lo que me
gustaría. Tampoco pude controlar eso en su día. Como no puedo evitar que me
duela hoy que me digas que no quieres volver nunca más. Tonta de mi, no sé
exactamente en qué estaba pensando. En realidad no esperaba nada porque pensé
que volverías y ahora siento que estás más lejos que nunca de mi.
Y a medida que dejo escapar estas palabras, me voy dando
cuenta de que me afectas más de lo que quisiera. Tú que te marchaste antes de
haber llegado. Tú que llegaste con la idea de escapar, de huir lejos de aquí.
Porque el aquí te quemaba y el ahora no era más que un estado de espera, un
estar sin estar, una parada absurda en tu camino hacia la el más allá, más allá
del aquí y del ahora. Más acá del allí y de tu ahora, que no es el mismo ahora,
sino totalmente distinto que cuando te conocí…
que bonito luci!!!
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