jueves, 29 de septiembre de 2011
CENICIENTA
Son las doce y cinco de la noche. Si fuera Cenicienta ya tendría que estar de vuelta a casa, menos mal que no lo soy. Nunca me gustó la historia de Cenicienta, creo que es por ello que intento no llegar a casa nunca antes de la medianoche. Me pongo el disfraz, hago un poco el paripé y me llevo a alguno a la cama. Podéis llamarme puta, pero afortunadamente yo no cobro por mis servicios, no me gusta mezclar trabajo y placer ¿sabéis? Si follar es trabajar, ¿con qué coño voy a disfrutar en mi tiempo libre?
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