domingo, 30 de diciembre de 2012

Hasta luego, hasta nunca


Me sabía esclava de sus caricias. Y con cada beso que ella me iba dando me sentía más viva, o quizás más muerta, ya no logro recordarlo, ha pasado mucho tiempo desde aquel hasta luego que se convirtió en hasta nunca, hasta ahora. Aquel adiós encadenado a nuestros cuerpos desnudos, aquel adiós ingenuo. Aquel último adiós y aquel último beso. Si hubiera sabido que no iba a haber más…si por un momento lo hubiera sospechado... Pero no fue así. El beso fue demasiado corto, y mi dolor cada vez más grande.

miércoles, 19 de diciembre de 2012



Cuando el despertar del dolor se haya desvanecido,

Cuando la carne se funda con la tierra, y el deambular no sea más que en espíritu,

Entonces entenderé que habré muerto,

Y al amanecer del alma no lamentaré  el camino.

Pues ya no seré cautivo de este sinvivir de vida.

lunes, 10 de diciembre de 2012

EL HOMBRE QUE BUSCABA LA LUZ AL FINAL DEL TUNEL


Macarena está absorta en su novela. Siempre coge el metro para volver a casa desde el trabajo. Levanta la vista. Avenida de América. Continúa leyendo.

Entre la gente se alza una voz. Es la voz de un hombre abatido. Un hombre que lo tenía todo. Un hombre al que no le queda nada. 

Macarena no puede concentrarse en su lectura. Aparca el libro. Busca al hombre con la mirada.

 Cuando lo encuentra, un escalofrío recorre su cuerpo. Se pone blanca y pierde el conocimiento.

El hombre que pide desesperado se llama Carlos.

Carlos y Macarena llevan 20 años casados.